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No es un buen disco, pero se atreven a hacer cosas que podrían haber estado bien. Por eso, mira, se llevan un par de estrellas más de las que merecen.

Es mi disco favorito.

Todo, absolutamente todo lo que me gusta, sale de aquí. Todo estaba ya aquí. Todo, absolutamente todo.

Y para comprobarlo, solo hay que darle a play.

No entiendo nada.

Me esperaba un disco de blues rock clásico y efectivo y me he encontrado esto.

Vale, suena bien. No esperaba menos de KGLW.

Pero, aparte del primer adelanto, escuchándolo, no dejo de preguntarme que es lo que no quieren contar.

Cual es el sentido de Flight b741.

Creo que ni ellos lo saben.

Una pena

Por mi, Next.

Para alguien que, como yo, pretende reconstruirse a través de la música, de la que se perdió en medio de la depresión y el miedo, este disco es imprescindible.

Aquí, hay tantas cosas. Tantos caminos, tantos sonidos, que, de no haber estado a setas, todo habría sido más fácil.

Gracias a Weezer (1994), he hecho las paces conmigo, con el power pop, con el pop punk de, incluso, con el emo. Pero, sobre todo, he aprendido a reconocerme como lo que siempre fui.

Grande, el poder que tienen algunos discos y trascendentales los primeros Weezer.

Aunque es un poco irregular, tiene momentos verdaderamente reseñables.

Es curioso, como oyente, sentir como se cruzan en un disco las diferentes tendencias del momento y como, bajo la dirección adecuada, dan pie al surgimiento de algo.

No es que Weezer inventara el emo, en 1996 ya había buenos ejemplos, pero si que le da una forma y un nivel inexplorado hasta el momento.

Sinceramente, al igual el Blue, Pinkerton es uno de esos discos que aportan mucho más que buenas guitarras y ayudan a expandir los limites del conocimiento de quien lo escucha.

A pesar de Butterfly.

Estos días, estoy redescubriendo algunas cosas que me dejé olvidadas en el SXX. De entre ellas, Jimmy Eat World es una de las más flagrantes.

Clarity es un disco solidisimo. Con un discurso claro, un buen trabajo en su concepción y un sonido muy pulido. Vale, como muchos otros discos de midwest, arrastra decisiones verdaderamente cuestionables y arreglos que quedan mal o son de un nivel de cutrez bastante subido, pero sin esas decisiones perdería mucho de lo que es su propia esencia. A veces, cuando uno se acerca a estos discos, tiene que negociar con una idea muy concreta de la música.

Aquí no hay lo-fi, no hay acercamiento directo, ni crudeza, ni guitarras, ni nada de todo eso.… More

No estaba nada convencido. En general, la carrera en solitario de Jack White me parece algo irregular y bastante aburrida. No mala, el talento es evidente, pero si poco estimulante.

Siempre los mismos recursos, siempre la misma composición, siempre igual.

Sin embargo, no en No Name. Aquí, está macarra, garagero, algo hard rock, algo blues, y una pizca punk, se le nota cómodo y a gusto en su piel. No es que cuente mucho, pero al menos no pretende convencerte de que es un cantautor.

Nada como resistirse y que te convenzan a golpe de guitarrazos. Me ha gustado bastante.

Es un buen disco, en general funciona bien y creo que Jawbreaker, o al menos Blake, tenia bastante claro lo que quería hacer con Dear You.

Pero Jawbreaker no son Green Day y lo que vale para unos, claramente no sirvió para los otros.

El disco se siente comprimido, enjuto y apagado. Y no es porque Jawbreaker quisiera sonar más grave, es la producción de Cavallo, que va por una senda que no les queda nada bien.

Una pena, porque habia buenísima materia prima.

Jawbreaker será una víctima más de Geffen, pero una que proyectaba una potencialidad infinita.

Una canción de 18 minutos

Todo lo que me gusta, condensado en 18 minutos

Un universo entero, desfilando por esos 18 minutos.

Una obra maestra absoluta.

Para mí, ha elegido el camino de Polaris y dejado de lado el de White Ceiling.

Aún así, sigue siendo un portento capaz de generar atmósferas de lo más hipnóticas y demuestra una capacidad única a la hora de transmitir emociones, aunque sean en Koreano.

Hay algo verdaderamente sincero e hipnótico en este disco.

Buen punk rock, muy bueno.

Escuchándolo, me doy cuenta de lo del influyente que es.

A pesar de que el disco, me ha resultado un poco decepcionante, cuenta con una de las mejores canciones que he escuchado en todo este año: Caricia.

Todo un cañonazo de ocho minutos de ruido, distorsión y mucho The Breeders, directo y sin tapujos. Una verdadera maravilla al nivel de cosas tan rotundas como Bull Believer o White Ceiling.

Una lastima que, a diferencia de los otros, en Tormentas Malsanas, el resultado sea un poco desequilibrado. Aun asi, como he comentado en mi reseña (que puede ser leida aqui) tienen todo mi interese y pienso seguirlas de cerca, porque prometen ser muy tremendas.

Este es un disco divertido, desafiante, sugerente y, claramente, llenito de buenas ideas. Hacia muchísimo tiempo que no tenía la oportunidad de enfrentarme a algo tan fuera de mi zona de confort y, a la vez, tan disfruton.

Llegados a este punto, la verdad, no puedo más que recomendarlo una y otra vez.

https://www.tinkernet.es/i/147073606/meridian-brothers-meridian-brothers-and-el-grupo-renacimiento-y-meridian-brothers-mi-latinoamerica-sufre

Le he dado muchísimas vueltas a este disco y es, sencillamente, buenísimo.

Una de esas cosas que poco a poco van atrapándote y, de repente, te das cuenta de que había mucho más de lo que pensabas en el Death Metal y, concretamente, en el Death Metal técnico. Uno de mis más recientes crushes.

Nunca había disfrutado de un disco de Tool, hasta que llegó Fear Inoculum.
Luego ya, si.
Pero fue con este, con el que todas las piezas encajaron y me dejaron claro que valía la pena tomarse el tiempo de entrar en su discografía.
Hoy me sigue pareciendo exquisito.

Podría ser muchísimo peor.

De hecho, a pesar de mi frialdad y mis reservas injustificadas, está bastante bien. Es, en general, muy comedido, preciso y bien ejecutado. Ojala más discos así.

Le falla, quizá, las ganas de contar algo mas. Pero oye, no estamos para darle cera a un buen disco, gratuitamente. Hay castañas de sobra por ahí sueltas.

Cassie y yo, compartimos muchas cosas.

Tantas como moviliza en este disco que, aunque no es tan bueno, es absolutamente sincero y directo.

Lo comenté aqui

Guitarras fuertes, guitarras rapidas, furia desatada y un chorro incesante de canciones de un 1:00 cargadas de ansiedad y desasosiego.

Que más se le puede pedir a un disco asi?

Aunque estas 4 estrellas implique que me ponga a hacer headbanging sobre el monoculo, Rakshak es todo lo que me gusta. Orientalismo desatado incluido. Una delicia desacomplejada y bastante poco seria al alcance, solo, de quien no tiene prejuicio alguno.

Una experiencia tan corny, como absolutamente disfrutona.

y pensar que estaba todo aquí.

Llegue, no por Albini que habría sido mi camino más natural, sino por el último disco.

Es discazo. Es impresionante lo inspirados que están, lo que construyen, la belleza de sus desarrollos y, sobre todo, la rica fusión de estilos que hay dentro de estas canciones.

Desde el Post Rock, que no siendo late fuerte, pasando por la americana, hasta una pizca de ese sonido Albini que se siente al fondo, es pura y bella bastardía.

Muy buen disco.

Podría molar, por momentos casi llego a entrar. Quizá, incluso, creo disfrutar con sus desarrollos.

Pero no. Nada de eso es real y este disco no aporta absolutamente nada. Es mucha nada. Junta.

Nada. Nada siento al escucharlo, nada deja, nada recuerdo de el. Nada hay aquí.

Me esperaba que el disco fuese una castaña de proporciones gargantuescas y no lo es.

Nos pone frente a un momento en el que Cash estaba preparando su vuelta, justo antes de fichar con Rubin y da buena cuenta de aquel del nivel en el que estaba en ese lejano 1993.

Sin embargo, si no se publicó fue por algo. Los arreglos, y la producción en general, se siente ortopedico y algo fuera de lugar, haciendo del disco una experiencia nada atractiva. Una pena.

Creo que deberian penar este tipo de ejercicios.

Un disco majisimo.
Buenos pasajes de guitarra, buen equilibrio entre todo lo que mueve, una enorme variedad de estilos y un concepto bastante claro: Make Redd Kross Great Again.
Parece que los McDonald se han puesto ambiciosos.

Le pesa un poco la producción de Klinghoffer, que es demasiado largo y la cuestionable decision de hacer versiones de si mismos.

Yo, que soy bastante fan, lo estoy gozando.

Casi con toda seguridad, el mejor disco de 2024.

Y lo dice alguien que, hasta Only God Was Above Us, consideraba que Vampire Weekend era una más de las mediocridades de los primeros 2010s.

Menos mal que siempre estoy dispuesto a revisar mis convicciones, porque me hubiese fastidiado mucho encontrarme semejante joya dentro de x años y pensar: como pude ser tan tonto.

Llegué tan tarde, que casi me lo pierdo para siempre.

La piedra Rosetta del pop hecho en España.

Todo cuanto se ha trazado, desde la publicación de Super 8, pasa en algún momento por aquí. Incluso los hay que se pasaron una semana en el motor de un autobus.

Es un disco en la media. Aunque tiene pasajes en los que late el espíritu del hardcore ochentero y otros en los que Big Black, parece asomar. Le cuesta encontrar su camino y proponer algo al nivel de lo que se espera de Shellac.

Pero, por otro lado, es el último disco de Albini y eso es algo con un carisma tan contundente como difícil de asumir.

Si solo me tuviese que quedar con uno, probablemente sería este.

No es mi preferido, pero es la única manera que se me ocurre de no perderme nada.

Battles, mejor que Battles.

Ojalá no termine donde Battles.

Dos escuchas, nuevo amor de verano. Todo lo que compone este disco es mágico. Tiene momentos que te transportan a lugares increíbles y otros que obligan a mirar una verdad de lo más incómoda.

Estoy in love.

(No le pongo 5 estrellas, por mantener algo de credibilidad y que no parezca que estoy sobrerreaccionando)