El enésimo cambio de rumbo de los australianos nos trae un disco de rock blusero. Posiblemente, los más acérrimos dirán que no suenan a ellos mismos. ¿Qué estilo es el suyo si hacen de todo? Lo que queda claro es que tienen muchísimo talento; toquen el género que toquen, lo hacen de manera notable, rozando el sobresaliente. En este caso, no es para menos en un disco que va acelerando y termina con esa descarga eléctrica que es “Daily Blues”.
Son una de las bandas del siglo XXI y, con cada trabajo nuevo, lo confirman un poquito más. Así que solo podemos decir: ¡larga vida a los lagartos!