Este segundo álbum confirma que donde más disfruto de King Hannah es en las canciones que superan los siete minutos y se construyen lentamente. Véase la versión de Like a Prayer que publicaron en 2023 o el mejor corte de su primer trabajo, The Moods That I Get In, canción que encuentra en este nuevo disco su secuela espiritual en Suddenly, Your Hand. La voz de Hannah Merrick te va envolviendo y cuando pasados los cuatro minutos las guitarras distorsionan ya estás dentro y no puedes escapar. Ni falta que hace.
¿Qué maravilla es esta y por qué no he llegado antes aquí? Folk, distorsión, latigazos guitarreros, ambientes hipnóticos, PJ Harvey, Dry Cleaning, Crazy Horse, Big Thief, lluvia, carretera y parajes inhóspitos. Me gusta todo.
Un disco fascinante cuando baja las revoluciones y se despliega perezosa y lentamente a lo largo de baladas de seis y siete minutos ('Suddenly, Your Hand', 'Big Swimmer'). Es una lástima que se estrelle contra Dry Cleaning cada vez que pretende ser conciso y oscuro ('New York, Let's Do Nothing', 'Milk Boy').
Cuando se ponen tiernos, bien. Cuando se ponen brutos, también. El problema es que la mayor parte del disco ocurren entre medias. Canción favorita: Davey says.