El disco de Beth Gibbons, para mi, es un punto y final. Es un buen disco, y entiendo que mucha gente lo este gozando. Pero yo ya no estoy para este sonido.
Cómo suena por momentos en su segunda mitad al Third pese a contar con sólo una tercera parte de quién lo grabó y compuso. Con lanzamientos TAN espaciados en el tiempo me supone la misma emoción intentar adivinar la evolución de Beth con antelación como escuchar su música y darme cuenta de que este disco, de voz y guitarra en primer plano, es lo más natural que podía publicar tras tantos años.