Uno de mis amigos es un enfermo de la música electrónica. Durante la carrera invertía su insomnio en localizar, descargar, catalogar y archivar todas las sesiones de trance, hardstyle, newstyle y máquina pinchadas en España desde 1993. Una noche de fiesta, durante una sesión increíblemente dura de techno-industrial, mi amigo me miró a los ojos y, colmado de euforia, exclamó:
"¡NO NOS GUSTA EL JAUS! ¡NO SOMOS JAUSEROS!".