Con Nick Cave & The Bad Seeds me ocurre que me gusta lo que me cuenta, pero no como lo hace. Aquí no. De principio a fin me pone los pelos de punta. Y es que este disco es lo que refleja la portada, un lobo que se ha metido en tu casa, y que no vas a querer sacar de ahí.
No soy fan de la música de Natasa Khan, pero este disco es una joya. Lo pago de su dinero ya que la compañía la iba a largar porque en este disco no había hits, y ni falta que hace. Disco “conceptual” (cuenta la historia de su familia )que se escucha de principio a fin sin saltarte una canción. Delicado como una lágrima, con sonidos electrónicos de bajísima intensidad y una instrumentación austera, pero con una voz que suena mejor que nunca y unas melodías arrebatadoras.
Otro buen disco de los hermanos McDonald que gustará a sus fans irredentos (entre los que me encuentro y con el que estoy saltando como un mono por la habitación) y que vale para que salgan de gira. Ninguna sorpresa en su sonido, puro 90’s, y así está bien. Deseando leer su biografía y verlos en directo.
Cuarenta años de un disco icónico y que definen lo mejor de los 80. No es, para mí, su mejor disco, pero tiene algunas de sus mejores canciones, y las tiene muy buenas (ese himno atemporal que es “Purple Rain”, la guitarrera y deudora de Hendrix “Let’s go Crazy”, la optimista “Take me with you”, la muy inteligente “When Doves Cry”…) hay un podcast de siete ( SIETE) horas basadas en este disco, y pocas me parecen para semejante disco.
Si el fin del mundo fuese un evento digno de ser recordado, esta sería su banda sonora. 28 años atras escuché esto por primera vez y sigo teniendo el recuerdo tan vivo como la primera vez y mi vida, jamás volvió a ser la misma.