P.

Los Daft Punk granaínos.

The final installment of the Querría-Que-Esto-Me-Gustase-Más Trilogy.

Entristece que alguien que ha hecho álbumes tan estimulantes como Big Fish Theory lleve tres discos seguidos acomodado en la contención y la languidez. No es mal disco, y tiene buenas canciones (Étouffée, por ejemplo) igual que Vince Staples y Ramona Park Broke My Heart tenían cortes interesantes, pero da la sensación de que el bueno de Vince va a medio gas y podría dar más de sí.

Este segundo álbum confirma que donde más disfruto de King Hannah es en las canciones que superan los siete minutos y se construyen lentamente. Véase la versión de Like a Prayer que publicaron en 2023 o el mejor corte de su primer trabajo, The Moods That I Get In, canción que encuentra en este nuevo disco su secuela espiritual en Suddenly, Your Hand. La voz de Hannah Merrick te va envolviendo y cuando pasados los cuatro minutos las guitarras distorsionan ya estás dentro y no puedes escapar. Ni falta que hace.

Where we at with it?

Boldy James sigue rapeando con la languidez del que anda bajo de hemoglobina, con la cadencia del que lleva más diazepam en el cuerpo del prescrito, y yo sigo entrando en ese universo de concreatures, blockworks, 227 y demás ad-libs y lugares comunes de su imaginario. Por su parte, Nicholas Craven continúa en forma sampleando y se permite salir del drumless en la fabulosa Early Worms Get Birds, mi favorita del disco junto con Murderous Tendencies y All My Tokens, que cierra el trabajo con unas guitarras que me transportan al Covert Coup de Alchemist y Curren$y.

What else?